Lánguidamente tumbada, con los ojos melancólicos y húmedos, se dispersa, dejando volar sus sueños y anhelos que en forma de mariposas salen por la ventana, buscando la magia que llene su vacío interior, su paraíso perdido.
Espiritual y artista -pincel en mano- se rodea de la belleza del color para compensar el sentimiento de carencia. Bajo ella, las olas de las emociones.....
Espiritual y artista -pincel en mano- se rodea de la belleza del color para compensar el sentimiento de carencia. Bajo ella, las olas de las emociones.....
Asteria Powerful suspiró y dejó caer el lápiz encima de la cuartilla de papel, sus ojos estaban fijos y no recordaba mucho todos los pensamientos y sentimientos que había vertido en aquellas hojas, pues era en estas ocasiones cuando perdía parte del sentido, omo si la piel, los huesos... todo, desapareciese y solo encontraran sobre aquella cama de terciopelo azul un corazón que latiese, o una idea, o un grito, simplemente un lamento.
Lentamente sus ojos recuperaron su color y su brillo, tuvo conciencia del lugar donde estaba, su cama, su habitación, su castillo, su hogar. Recordó el porqué de esa melancolía, entonces también recordo lo que ese recuerdo habia incitado. Se levantó de un salto y recogió una capa con capucha, como ala de cuervo, y se la ajustó alrededor del cuello. La varita oscura reposaba sobre la mesa de madera oscura, y cuando sus manos la sujetaron con fuerza ella misma sintió fuerza, como si un fuego interior se expandiera por su cuerpo y dejase temores e inseguridades a un lado. Sin perder el tiempo echó un último vistazo a la espaciosa habitación y con el corazón en un puño saltó por la ventana de su habitación, la caida era larga y el fondo, muy oscuro. No habia porqué temer, mucho antes de llegar al suelo y partirse la cabeza en las losas rojizas de abajo Asteria Powerful posaba sus pies embotados suavemente sobre el suelo, enseguida corrió casi pegada al suelo a un arbusto, y luego al otro, nunca sin perder la vista en posibles atacantes ni observadores. El primer paso estaba dado, un poco mas cerca de la libertad quizás.
Los siguientes pasos fueron cosa fácil, era Luna Nueva y la oscuridad la escondía y protegía de los demás, sobre todo de.....
Asteria tropezó y golpeó la punta del pie contra el suelo, era madera por lo que.... Al fin se encontraba en el punto crucial. Su mano agarró con mas fuerza su varita. Ahora o nunca. Su pierna se adelantó, su pie cruzó la primera linea que separaba el castillo Shonytown con el pueblo, el largo e inestable puente de madera, cuyo fondo descansaba sobre un mar de aguas cristalinas ahora como la boca de una banshee. Y de pronto se encontró suspendida en el aire, como si un ser invisible la agarrase del tobillo, lo último que vio fueron los oscuros ojos furiosos e indignados de su tia Leda que se acercaban a ella a toda velocidad.
Horas mas tarde Asteria Powerful se levantaba con el cuerpo helado y magullado, ir por ahí a escondidas le había pasado factura pero no sabia si el frio que tenia metido en el cuerpo era a causa de la noche o de la furia de su tia. Se sentia totalmente desesperada y triste ¿Es que se iba a quedar toda la vida encerrada en su jaula de oro y rubí? ¿No iban a dejar que tomase sus propias decisiones, en su propia vida? La joven, sentada en la cama, se arrastró hasta el suelo y allí se quedó sentada, llevándose consigo un retrato, una mujer de aspecto severo que la miraba con gesto huraño, el cabello recogido en un apretado moño. ¿Porqué era ella tan distinta?
La puerta de su habitación se abrió con estrépito, una mujer de porte altivo y elegante vestida de negro habia hecho presencia y Asteria, aún sin quererlo, comenzó a temblar, encogiendose sobre si misma. Su parecido con la mujer de la fotografia era sorprendente, era Leda Powerful, hermana de la fallecida Lavinia, la chica de la foto, y a diferencia de esta, Leda poseia unas finas arrugas bajo los ojos, el tiempo, su propia severidad y el dolor habian desvanecido el atractivo que la muerta poseería para siempre en la mente de todos.
Leda Powerful no dijo nada, se limitó a mirarla con expresión ceñuda, al fin, después de unos minutos de tensa espera, abrió la boca.
- Sabes bien que lo hago por tu bien Asteria, recuerda nuestra historia, no está bien mezclarse con gente rara.... - y dicho esto se fue dando un portazo.
Asteria miró al frente y se encontró con ella misma,una chica de cabello largo, despeinado y de un rojo llamativo, tez pálida ahora suavemente rojiza de llorar, ojos verdes vidriosos que brillaban como esmeraldas y una cara de pena absoluta......
"Si supieramos el ultimo por que de las cosas tendriamos compasion hasta de las estrellas"
Continuará....
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