sábado, 1 de octubre de 2011

Numb

Ha tenido una pesadilla, poco a poco su conciencia va recuperando el control, respira, tranquila, ha sido todo un sueño, tan sólo una desagradable y nostálgica pesadilla. Entonces ocurre algo, a medida que sus sentidos se recobran después de largas horas de sueño va recordado una cosa: una piedra mas en su alma; oto recuerdo, otra piedra, y otra más, piedras y piedras. No paran. Ya no tiene ganas de levantarse, no hay motivos.

martes, 12 de julio de 2011

Pena de muerte a los prometedores





Inna Ivanov se sentía realmente decepcionada. Siempre la misma pesadilla una y otra vez de la que no podía salir, tantas y tantas decepciones con tanta gente, se sentía morir. Inna Ivanov habría querido un mundo donde todo el mundo se respetase, donde se sufría a base de males "limpios", o lo que es lo mismo, sin juego sucio, pero la gente era sucia, y se daba cuenta demasiado tarde de ello. Ah... si lo hubiese sabido antes.

Esa mañana Inna Ivanov se levantó con un único pensamiento en la cabeza. Se sentó sobre su cama mientras le caía el cabello rubio sobre la cara, miraba al suelo, sus ojos claros fijos y paranóicos, una sonrisa algo macabra en sus labios, pero el corazón lo tenía hueco, porque ya no sentía nada, absolutamente nada, y ella se iba a encargar de acabar con los posibles conflictos futuros.. y también pasados, porque nuna, jamas se olvida.

Inna Ivanov caminó hasta la habitación de sus padres, fue directa a la cama y metió la mano por debajo de la almohada, sintió un ligero placer al saborear el frio del acero, la 22 magnum 5.7 x 28mm siempre estaba cargada. Se levantó admirando el arma y de reojo vió su reflejo en un espejo, estaba pálida y tenía una expresión ausente, sin vida, todo lo contrario que la determinación que existía en su interior. Inna levantó el arma y apuntó directamente sobre un lado de la cabeza. ¡Plom! Ese día se oíria ese sonido muchas veces....

Toda la familia de Inna estaba reunida en la casa, todos en el salón, mirando el televisor. Inna les observó durante unos largos minutos, luego, levantó la mano y les apuntó con el dedo. Una inusitada rabia se expandió por todo su cuerpo, le encantaría hacerlo. Disparó mentalmente a la mosca cojonera, al dictador y a la víctima, a todos, en la cabeza. Después de esto, Inna Ivanov salió de su casa muy temprano, se tapó la cabeza con la capucha emplumada para protegerse del frío y de la nieve que caía.

Primero se dirigió a la casa de Klara Petrov y allí encontraría a Eduard con ella. Después de mucho pensar y de charlas superficiales e inútiles Inna Ivanov sacó la pistola del bolsillo y sin mediar palabra apunto a las piernas de Klara y disparo, dos veces, una bala para cada pierna "Esto por no comprenderme nunca, por no sospechar nada de lo que me pasaba, por ser una estúpida ignorante y por no hacer lo que prometimos". Apuntó a Eduard en la cara, a su boca y la amargura que sentía se le revolvía en la boca, "ya no abriría mas su puñetera boca nunca mas, no insultaría ni le darían ganas de matarlo, porque en unos segundos ya estaría muerto para siempre, gente así de inteligente no podían desperdiciar su talento en soltar ese tipo de cosas por esa asquerosa boca, muere psicópata". E Inna Ivanov disparó a su boca.

El instituto estaba a las afueras del pueblo e Inna tardó en llegar, la pistola pesaba dulcemente en su bolsillo, y aún quedaba tarea por hacer.
Irina, Larisa y Marina se encontraban reunidas en la puerta del instituto, todas muy juntas y riendo, con sus caras de buenas personas. Inna pensó en los buenísimos momentos que había pasado con ellas, cuanto habñia reído, cuantos secretos habían compartido.... Ahora después de un tiempo s eolvidaban de ella, de ella, que tanto cariño les tenía y tanta ilusión le hacía volver a verlas de nuevo, pero esas tres malditas sonreían ahora con frialdad, claro... tenían cosas mejores que hacer, mejores cosas en las que pensar. Inna escupió veneno. Se plantó delante de ellas y sonriendo como tantas veces había hecho antes, tan apaciblemente, tan cariñosamente, apuntó con la pistola a las tres amigas y les metió una bala a cada una, en el pecho. 

Ahora se sentía mucho mejor, ya tenía cinco personas menos por las que preocuparse.

Raisa Semiónov y Boris Popov se comían la boca sentados en el pupitre, dentro del aula de educación física. Ella era la típica chica guapa y con algo de caracter por la que  todos los tíos babeaban, era una víbora mala persona y egoísta, vanidosa, caradura, puta, mentirosa.... Inna Ivanov la odiaba a muerte, siempre la había odiado pero si institnto ético y humanista no admitía aquello y se resignaba a aguantar personas así, pero ya estaba harta y se disponía a acabar con todo aquello que le hiciese pensar y sentirse mal. Inna le apuntó a la cara y apretó el gatillo, un balazo en toda la cara, ya nunca mas podría mirarse al espejo.

Boris era el típico chulo que se creía guapo. Se metía con todas las personas que simplemente querían ser ellas mismas, pero su orgullo de macho, su ignorancia hacia la vida y hacia el ser humano en general, hacia de este individuo una de las personas que yo mas detestaba y mas despreciaba. Siempre esa burla, ese daño, ese dolor, "le hubiese partido su asquerosa cara mucho antes, pero justo hoy esa mierda que vivía sobre la tierra y la marchitaba con su presencia nunca mas iba a molestar". Disparó una, dos, tres, cuatro veces a su estómago.

Inna Ivanov caminó hacia el parque, ya sabía quien estaba allí y encontrarle sería doloroso, pero mas doloroso sería lo que iba a sentir el dentro de unos momentos.
Vitaly Volkov, Vitaly.... cuando Inna posó sus ojos sobre Vitaly se dió cuenta de que ya no le quería ni lo más mínimo. Y el lo sabía, y sabía lo que iba a hacer, pero era un cobarde con la lengua muy larga, al igual que sus manos. "Cabronazo, deberías morir cada vez que haces daño a alguna mujer, deberías morir cada vez que mientes, cada vez que con esos ojos tuyos prometes cosas imposibles, muere, muere, muere. Si Vitaly hubiese aprendido mas de la vida, si se hubiese parado a pensar unos momentos en las cosas que tenía y podía tener, en lo que realmente importaba... pero prefería matar su vida viviendo demasiado, y antes de que se quedase sólo, antes de que mi muralla se rompiese yo voy a acabar con esta vida tuya de excesos, capullo. Yo te quería.", e Inna Ivanov le disparó en la entrepierna, tantas veces que el blanco nieve se volvió rojo sangre. Cuando acabó la sangre recorría sus brazos, goteando sobre la nieve.

Would you be content to see me crying
After all those little games you put me through
After all I've done for you you're lying
Wouldn't it be nice to tell the truth?
I gave you everything....

Inna Ivanoz se sentía extrañamente ligera, lo había logrado, todas esas personas que le hacían daño o le habían hecho daño ya no estaban en este mundo . No se preocuparía mas de ellos, no esperaría el malestar, ni las puñalas traperas, ni las decpciones, nada, cero, vacío, todo blanco... blaco como la nieve. Inna caminó y caminó, cada paso que daba iba a la liberación, tan sólo un paso mas... uno sólo, y sería libre al fin.
Inna llegó al lago helado, un chico patinaba sobre el agua congelada como si fuese un ángel, ella se quedó admirandole, hechizada, absorta... como un robot dio un paso, y otro, hasta posar sus pies sobre el lago. 

Yuri Smirnov. Cuando Inna levantó su magnum su pulso temblaba, algo frio recorría sus mejillas, eran.. ¡lágrimas! Era el que mas dolor le causaba, era un parásito, y como parásito, debía ser destruido. Fuente de sus alegrías y sus penas, nunca podría ser feliz teniendo a esta persona cerca de ella, y todo era un círculo vicioso porque no podía alejarse, pero tampoco acercarse, la mejor manera era hacerle desaparecer, justamente aYuri, el principal. "Te amo pero te odio". Nunca sería como ella quería, y se pasaba noches en vela pensando, martirizándose...
Inna apuntó directamente sobre su corazón. "Ojo por ojo, diente por diente, tu me robaste el mio, yo acabaré con el tuyo."

Shot through the heart as I lay there alone
In the dark through the heart
It's all part of this game that we call love
En el momento que Inna Ivanov destrozó el corazón de Yuri sitió un frío intenso, algo se abrió debajo de ella, ¿había renacido? Era como estar en el vientre de su madre, flotaba, podía moverse con fluidez pero ya no sentía aire en sus pulmones y hacía tanto frío que su cuerpo era totalmente insensible a todo, pero que paz, al fin tenía la mente en blanco, el corazón calmado... podía vivir en paz, para siempre, debajo del frío, siempre estaría fría, hasta el fin de los tiempos.... Siempre.






lunes, 4 de julio de 2011

Uller [Asteria Powerful]

Dicen que mas allá del pueblo, al otro lado opuesto a los bosques, en los montes oscuros y olvidados vive en el vientre de una montaña un brujo misterioso y cruel, nadie se ha atrevido a acercarse por temor a que la leyenda sea cierta, o quizás sea el tenebrismo y el pesimismo que ese lugar hacen sentir a las personas.

Un ave negra está posada sobre la cima del castillo de Las Powerful, The Sunset Rouge, y es el lugar más alto de toda ShonyTown, desde el se ve todo el pueblo, pero su misión es otra. Una chica de rostro pálido y cabello rojo mira desde la torre más alta, en sus manos un telescopio de bronce y en sus ojos claros se reflejan las miles de estrellas que observa cada noche. Ella no se ha dado cuenta del pájaro de mal agüero que la observa desde hace horas, tan concentrados cada uno en sus intereses. La chica bosteza y decide irse a dormir, entonces el pájaro alza sus alas negras como la noche y sobrevuela el castillo y sus alrededores, cruza el puente de madera que une el castillo con el pueblo, bajo un mar oscuro y tranquilo. La gente duerme. No hay más luz que la de la Luna y las estrellas.
Después de sobrevolar un valle ve a su izquierda un gran bosque mágico con extrañas criaturas y extraños inquilinos, allí mora un grupo de magos y brujas que han decidido vivir en la naturaleza, tienen la mano muy larga y muy atrevidos son, piensa el ave negra con resignación, el sabe mucho de este lugar, ha tenido el tiempo suficiente para conocer todos los secretos, pero siempre de noche. Pero el se dirige a su derecha, a los montes y de entre ellos divisa el elegido, un monte resguardado, no muy alto, pero eso no importa, sabe lo que hay en su interior y su alma respira cansancio.
A primera vista, después de entrar por una cueva, no hay nada interesante, más si sigue hacia delante sus ojos brillan impresionados, siempre le pasa igual, el espacio de dentro es enorme, cientos de pilares altísimos hasta la bóveda y al final, un trono. El pájaro se acerca y reposa sus cansadas garras sobre la cabecera del trono…

Es cierto, las leyendas que se cuentan no mienten. Un chico de unos 20 a 25 años está sentado en el trono, su cabeza gacha, un brazo parece dormir sobre el reposabrazos, como sin vida y su gemela extremidad se dobla, apoyado el codo en la silla y la mano aguantando la frente pálida. Su mano contrasta claramente con su cabello negro como el carbón, casi lacio, algo enredado.
Él por entero parece bicolor, su ropa es negra, camisa de botones con algún que otro adorno en negro, pantalones negros, botas negras de cuero y una capa larga sobre los hombros. El chico suspira pesadamente, como si su mente hubiese estado pensando algo importante y al darle vueltas y vueltas, se hubiese visto sin salida ni respuesta. Ahora sus brazos descansan a cada lado, levanta la cabeza y mira hacia no sabe donde, su ojos grandes, oscuros y melancólicos no parecen tener vida si no fuese por pequeño punto de luz que en ellos se refleja. Tiene un rostro juvenil, nariz recta sin nada en particular, su boca permanece cerrada, algo severa pero con tendencia a la expresión de tristeza.
A medida que pasan los segundos algo en su rostro le hace parecer una persona cruel y arrogante, es su conciencia que no desea permanecer en el estado anterior ni en soledad.
Se levanta y sus pasos resuenan en las paredes y el techo. Es medianamente alto, delgado pero atlético, de hombros rectos y de porte elegante.

El es Uller Tristán, señor de su morada en la profundidad de la montaña y vive solo, siempre vivió solo. Uller es todo un misterio, esconde su rostro debajo de su cabello negro, largo hasta la mandíbula, mechones sobre su frente. Las pocas personas que le han conocido dicen de el que es culto, algo distante y frío, de buenos modales y algo  arrogante y cruel cuando se enfada. Poco mas se puede decir de el.

El mismo se considera así en sociedad, pero hay mas, mucho mas lo que el guarda dentro de si, mas nunca tuvo la oportunidad de demostrárselo a nadie, ni a si mismo. Los años le han dejado como sin vida y siente que el nada puede hacer, el hielo de su corazón le ha helado los sentidos, las emociones,  los sentimientos… En su interior sabe lo que necesita pero no se lo merece, o eso cree el, además, está tan lejano…



jueves, 19 de mayo de 2011

Iceberg

Miriam era una chica normal, para su familia era una persona muy intelectual, le gustaba leer y siempre sabía mas cosas que los demás, aunque ella sabía que eso se debía a que era cabeza de ratón. Hablaba con los hombres de la familia como uno mas cuando sus mujeres se reunían para reír y contar cosas superficiales. Para ellos era una chica equilibrada, con sus bajones, sus lloros sensibleros, para ellos era mas o menos dura, centrada, tal vez, sin duda, demasiado reservada con sus cosas... era desconfiada, creían.
Era un poco graciosa, sin superar a su madre, cosa imposible. No era cariñosa en exceso pero era cercana a la gente, razonable, comprensiva, se podía hablar con ella y contarle todas tus verdades, verdades demasiado dolorosas muchas de las veces pero ella sonreía y asentía, como si fuese la cosa mas normal del mundo y lo aceptase.
Siempre había sido una niña muy buena, con cara de angelito, silenciosa y observadora, muy llorona, pero muy buena en general. Muy lista, observadora y legal. Legal, legal, eso decían siempre de ella. Legal.
Como defectos están su mal humor, su reserva, su vagancia,esos gritos cuando se enfada tan repelentes, ese carácter que... tenía un no se qué, algo que no la hacían tan buena, tan adorable como sería si todo esto no existiese. Ella nunca se enfadaba con nadie, no seriamente, tan sólo con su hermano tenía problemas, cuando ocurría algo entre ellos siempre recurrían a ella, ya que era la más razonable, la que tenía mas cabeza para poder entender las cosas y repararlas, ella era la que tenía que cambiar. Decían que su hermano la quería, que era ella la que no le quería a el, que el sólo era un niño sin cabeza y que ya se le pasaría.
En el amor nadie sabe nada de ella, le preguntaban mil veces. Nunca la habían visto llorar ni sufrir por nadie, nunca había confesado estar enamorada de nadie, no había tenido novio, nunca decía quien le gustaba, nada de nada. Su familia decía que era una chica independiente con los hombres, que ya llegaría alguien de quien enamorarse, que bah, viviese así mucho tiempo. Cuando ella decía que quería tener hijos, sus padres, inconscientemente decían:  ¿de manera artificial?......
Ella era simplemente para ellos la lista, la estatua sensible, la bohemia, la quisquillosa....

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Miriam no era una chica nada normal, nunca lo había sido y ahora tampoco pretendía serlo. Sabía mas que los demás porque leía, y leía mas que los demás porque desde muy pequeña había detestado el mundo en el que vivía, observadora como era se percataba de cada detalle, con toda su sensibilidad de niña. Leía porque no sentía amistad por nadie, porque prefería dejar atrás ese vacío interior, ese dolor que desde tan pequeña sentía, si, podría decirse que tenia una habilidad especial, mas bien, era precoz en eso, en sentir insatisfacción.
Se sentaba con los hombres de la familia porque en cierta manera, eran mas interesantes sus conversaciones, porque siempre había sido una inconformista y no le gustaba el "ellos aquí, ellas allí".
No era una chica equilibrada, sus lloros no eran sensibleros, ella sentía la pena muy dentro de si misma, siempre. Tampoco era dura, se hacía la dura. Era reservada, pero no por desconfianza.
Con sus amigos era mucho mas graciosa y abierta, siempre con los dobles sentidos para hacer reír a la gente, una payasa cuando tenía confianza, capaz de hacer tonterías como la que mas. De pequeña había sido cariñosa, pero aunque sabia que la querían mucho, nunca había recibido mucho cariño físico por parte de sus padres. Incluso ellos ahora admitían, sobre todo su padre, que había sido demasiado duro con ella siendo una niña. Tenía que comer por la fuerza, literalmente, cuando algo no le gustaba, cuando sacaba malas notas la castigaba y le decía que no servía para nada, cuando sus tías le regalaban alguna cosa tenia que esconderlo cuando el llegaba porque no quería que nadie le regalara nada a su hija, cuando preguntaba ¿por qué? no había respuesta, tan solo un "porque yo lo digo" Cuando no sabía hacer alguna actividad de matemáticas su padre perdía los nervios, ella tenía que quedarse encerrada en una habitación hasta que lo hiciese bien. Cuando sus primos lejanos se metieron con ella una vez y le tiraron piedras (cosas de la niñez) desde lejos, ella pidió a su tía abuela por favor les dijese algo, e irrazonablemente ella se enfadó y le pegó en la espalda, a ella.
Cuando su padre le decía tan tranquilamente que quería mas a su hermana que a ella sonreía, y luego cuando se quedaba sola lloraba. Cuando ella le decía a una de sus tías que no quería heredar su casa por ser sólo su madrina, que tenía seguro, otros sobrinos favoritos, su tía le decía tranquilamente que bueno, era cierto... podía ser la cuarta, la quinta... pero era su madrina, ella esperaba a quedarse sola para llorar.
Esa legalidad que ellos asumían, seguramente, como ética, no era otra cosa que un deseo casi loco por no querer dañar a nadie ni a nada.
Ese mal humor, esa aparente frialdad, esa chica imperturbable... detrás de todo eso existía una persona insegura y con baja autoestima. Nadie traspasaba ese muro que ella se había construido, tan solo sus pocas amistas sabían como era ella, y ni eso llegaba a ser cierto.
Detrás de ese mal humor se escondía una persona que no tenia amigos de pequeña, que prefería quedarse sola antes que seguir a las típicas niñas que jugaban a la cuerda, al escondite, al pilla pilla, y a esas palmaditas que tan idiota le parecía. Detrás se acurrucaba una chica que se había sentado sola durante un tiempo en clases, que en el recreo, para no parecer autista sacaba un libro y hacía como que estudiaba, una chica que cuando se abrió a ciertas personas y la veían llorar tan sólo se reían de ella. Una chica que en los primeros años de su infancia ya conocía el desamor, que veía como su mejor amiga se iba con ese chico, como su mejor amiga la dejaba sola por otros, una chica que había sido humillada también por los típicos niñatos, aunque ella tenía algo que no les dejaba ir mucho mas allá que una simple burla.
Por eso la manía hacía su hermano, tan solo eso... ver que su propio hermano le recuerda a esa época tan mala, ver que su propia sangre la llamaba idiota, imbécil, subnormal, que su propio hermano deseaba su muerte, mientras ella sentía que a pesar de todo nunca jamas dejaría que eso lo sufriera su hermano, que a pesar de todo lo protegería de todo y todos, y sin embargo el creía que su hermana era mala y cruel, una apartada social que se creía siempre con la razón y no era nadie en realidad.... toso eso la llenaba a ella de pena, y la pena se transformó en rabia, y la rabia en rencor. Pero eso nadie lo sabia. Nadie...
Y ella si se había enamorado, si sufría por amor, desde muy pequeña además.... ella lloraba y podría decirse que su mayor pena era esa, el querer y que no te quieran. Pero era tan reservada.... que nadie se daba cuenta. Miriam decía y proclamaba a los cuatro vientos que no deseaba a nadie, que prefería estar sola, que no quería a nadie, y mientras tanto ella se moría de dolor y lloraba todas las noches por no ser nunca correspondida. En el fondo si deseaba sentir el amor de alguien, quería formar una familia, no ahora ni mucho menos, sino en un futuro, si bien era cierto que no estaba muy a favor de tener una familia tradicional.
Ella era la insegura, la quejica, la insatisfecha eterna, la triste....


Ahora mismo sus gritos son lloros, su silencio es una llamada, su cara seria  es una mascara, su frialdad es timidez.... pero ninguno de ellos lo ve, por eso prefieren ignorarla y dejar que se le pase el mal humor....


~Real

martes, 17 de mayo de 2011

Pasar página

La vida es como un libro, cada persona tiene su historia. En ese libro que es la vida hay capítulos y dentro, páginas.
Algunas son aburridas, pasan una detrás de otra sin que te des cuenta, tan poca importancia tienen, poca repercusión, esas son las horas, los días que pasan volando.
En cambio de pronto te encuentras, como por sorpresa, leyendo una que tiene tanta importancia que tu mente, tu corazón y tus entrañas, a través de tus ojos y de tus manos, están sólo pendientes a cada frase, cada palabra, incluso de cada coma. En esos fragmentos encuentras historias hermosas, de esas que te llegan al alma y son tan bellas que no quieres pasar de página, sino estar ahí, toda la vida, ¿Y si acaba? pasas página y con suerte seguirá, o por desgracia, acabará. Impredecible.
Otras historias son hermosas y también terribles y desagradables, de esas que te dejan un gusto amargo en la boca y en el pensamiento, de esas que cuando llegas a la última frase te dejan con el ceño fruncido. Hermosas y desagradables dije, importantes en la historia, una mezcla de todo. Pones un marca páginas, señalando  un momento crucial. Esa sensación está ahí, pulsante, confusa ¿Se ha de pasar página? No quieres porque te ha dado tantas sensaciones, pero, en cambio, te ha cambiado sin quierer la vida para siempre, deseas pasar esa hoja porque la sensación confusa no puede, no debe estar mucho tiempo en ti, el propio cuerpo, inconscientemente lo sabe; es destructiva, moviliza, estanca. Debes pasar página, sabes que debes, que es lo mejor, que no hay mas remedio pero el miedo, ese grandísimo miedo no se va. Muchas preguntas ahogan tu mente, bella y desagradable si, ¿Y si no hay mas? ¿Nada tan terrible ni tan hermoso? Hay que seguir. Entonces un rayo de luz aclara ese cielo con nubes que es tu mente ¿Y si lo que viene luego es mejor? ¿Y si el final, o mejor aún, su camino es mejor de lo que podrías siquiera soñar?
Impredecible...


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Anoche tuve un sueño muy raro,
era el de una chica que es transformada en cisne
y necesita el amor para romper el hechizo, 
pero el príncipe se enamoró de otra [sí mismo], 
y ella se suicida...

martes, 5 de abril de 2011

La tentación

Mis ojos sin tus ojos no son ojos, que son dos hormigueros solitarios...

El camino era duro, tenia los brazos arañados y el corazón hecho jirones, pero la mente dispuesta y con un objetivo claro: subir y olvidar todo lo sucedido, la causa de su derrota y de su dolor. Nadie podría decir, ni ella misma, que se sentía triste o melancólica, lo dejado atrás no importaba. "Olvida, pasa de esas cosas que te hacen mal, hazlo y ellas te olvidarán a ti" le habían aconsejado muchas veces. Podía ser cierto, tenía que ser cierto.... lo que le habían hecho a ella era horrible, inhumano.
Staré paró durante unos segundos de subir, arrugó el ceño y recordó esos momentos en los que creía ser importante para alguien, era eso lo que mas le dolía, mas que las mentiras, los engaños.... eran los momentos inolvidables, ya decía el dicho, estos momentos que te hacen feliz serán los momentos tristes del mañana. Y cuanta razón. 
Staré comenzó a sentir como el dolor cubría su corazón, era como verse en el mar, tragándote las olas y no puedes hacer nada, tan sólo patalear y finalmente dejarse llevar hacia el fondo sin lucha alguna, esa era la tristeza que ella sentía. Y en el fondo ella sentia un profundo anhelo, en el fondo sabia que DESEABA caer de nuevo. Pues la mayoría somos criaturas egoistas, deseosas de nuestra propia felicidad ¿No era esa la razón de la existencia? ¿Ser felices? ¿A costa de todo? ¿Incluso de ti misma? Staré cerró los ojos y un destello verde la hizo estremecer.

No eran imaginaciones, delante de ella un par de ojos verdes la miraban tristemente.

- Te pierdo... no quiero perderte, te necesito... - decía la deliciosa voz.

"Esperaba tanto que me dijeras eso" pensó, pero no lo dijo, en vez de eso sonrió timidamente, entre ignorando y esperando.

- Soy un demonio, no puedo ser de otra manera, pero eres única, tú, la única, no hay ninguna como tu...

Y Staré sabía que sufriría, pero su estúpido corazón latía, y con fuerza. Sin remordimiento alguno de conciencia ella le dió la mano y sus cuerpos y sus labios se fundieron con ardor.

Su inconsciente si temía, si tenia remordimientos, y si se daba cuenta de algo importante, de que lo realmente bueno y amado por ella no podría ser suyo nunca, no de la manera en la que ella quería y esa era realmente la razón de su insensatez, de su autodestrucción y de su desdicha.

Cuando un ángel y un demonio se aman ¿Quién pierde?







viernes, 25 de marzo de 2011

La Estancia

I was cryin' when I met you Now I'm tryin to forget you

Las plumas negras de sus alas rozaban sus mejillas, ese roce era seguramente el gesto mas tierno y cercano que obtendría de ese lugar. El Ángel Negro se hallaba en un profundo agujero oscuro y frío, en cambio, no era el encontrarse en ese terrible lugar, sola y perdida, lo peor, pues ella sabría muy bien que todo era por su culpa, lo que más le dolía era el corazón roto y negro que se le había quedado y las alas oscuras que ahora ostentaba.
Staré se llevó las manos a la cara, tapándose los ojos, ya no lloraba, hacia días que no lo hacia pues había derramado tantas lágrimas que se habían transformado en una poderosa y angustiante opresión en el centro del pecho, ahora sabia que siempre tendría una enorme cicatriz que, junto a las otras, formaban un museo de autores varios y temas iguales.
Ella lo sabia, siempre lo había sabido y a pesar de ello lo había hecho por tan sólo sentir ese momento antes del salto al vacío, y había caído, y no sabia a cuanta profundidad....
¿No se lo habían advertido? Si ¿No había cosas por las que era mejor luchar? Si, pero el ciego que no ve desea tanto la luz del sol que no se da cuenta de que, si le dan esa oportunidad, quedará ciego al poner los ojos en el astro. Y nunca jamás verá. ¿Se sentiría esa persona deprimida o feliz por haber captado por tan sólo segundos lo que tanto ansiaba?
Pero a pesar de todo había otros soles mucho mas radiantes, otros ojos en los que perderse  y si por algunos motivos volvía a caer ya no habría nada por lo que temer, era un lugar conocido ese pozo oscuro y de tanto pasar, el camino para salir ya estaba marcado.
Staré se puso en pie, la angustia en el pecho seguía y seguiría por mucho tiempo aún, mas ya no lloraba, ya no temía. Y sin mas dilación buscó el camino.